El verano es la época del año en la que más desplazamientos con coche se suelen realizar aprovechando la coyuntura de un mejor clima y vacaciones más largas. Las buenas condiciones climatológicas se convierten en el mejor aliado del conductor que acostumbra a viajar más confiado, no obstante y atendiendo esa precisa razón, nunca se debe bajar la guardia.
Esta acostumbra a ser la prueba de fuego para nuestro vehículo habituado a las rutinas cotidianas pero no tanto a un desplazamiento con cientos de kilómetros de carretera por delante. Lo ideal es planificar con tiempo una visita al taller para evitar averías siempre inoportunas, o peor, accidentes nunca deseados como se explica en este completo reportaje la DGT.
Cabe la posibilidad que seas un apasionado y autodidacta del motor, y por tanto puedas revisar por ti mismo/a algunas cuestiones fundamentales en la puesta a punto. En cualquier caso aquí recopilamos los puntos clave en la revisión del coche en verano con la intención de asegurarnos un viaje plácido y seguro.
- Frenos: si escuchas chirridos al probar los frenos algo falla. Vigila los discos, zapatas y pastillas y si están deteriorados cámbialos. Igual de importante es revisar el nivel de líquidos de frenos con el test de punto de ebullición del fluido que discurre en el circuito.
- Amortiguadores: suelen requerir un cambio cada 50.000 km. y si no está en buen estado influyen en la distancia de frenada y control del coche. Con una sencilla comprobación apoyándose fuertemente en el capo y luego soltándose de golpe puede darnos una buena pista.
- Neumáticos: asegúrate de que el dibujo del neumático tiene una profundidad de 3 mm como mínimo. Revisa la presión en frio de las cuatro ruedas y también la de repuesto.
- Iluminación y dirección: comprueba el correcto funcionamiento de todo el sistema de luces y reglaje, también lleva de repuesto. De igual forma en el caso de la dirección del volante que debe girar sin esfuerzos. Si vibra o está demasiado duro o provoca desvíos en la trayectoria revísalo en el taller.
- Aceite y filtro: de vital importancia para el buen funcionamiento del motor. Para su mantenimiento apunta las fechas del cambio del aceite y cámbialo cuando sea necesario. El nivel siempre debe superar el mínimo, y que agregar el aceite con el motor en frío.
- Refrigerante: hay que examinarlo cada 2 años o cada 20.000km.
- Limpiaparabrisas: puede pasar desapercibido en verano pero es indispensable su buen funcionamiento frente a lluvias imprevistas. También rellena el depósito del líquido limpiador.
- Batería: otro elemento importante que debe estar a punto. Revisa que los bornes estén limpios y nivel de electrolito.
- Correas: su rotura es una avería frecuente por eso hay que echar un vistazo al estado de la correa del ventilador y distribuidor.
Una vez revisadas todas estas piezas y sistemas del vehículo, es muy importante la puesta a punto de conductor. No haría falta decir que al ponernos al volante debemos estar en perfecto estado, con las suficientes horas de sueños dormidas y sin una gota de alcohol. En caso de viajar después de la comida hay que evitar por todos los medios las digestiones pesadas.