No todos los coches tienen cuatro ruedas. Alguno lleva solo tres, como el Reliant Robin inglés, que tiene tendencia a volcar. También los hay que tienen más de cuatro. En series de competición como la Fórmula Uno, se vieron modelos con esta característica allá por los años 60. Y por muy extraño que suene, son varios los coches de calle que fueron comercializados con más de cuatro ruedas. He aquí un pequeño viaje al pasado, en el que revisitamos varios de los coches de seis ruedas más originales y atrevidos de la historia.
Todos ellos son coches históricos. Quién sabe si algún día puedes encontrarte con uno de ellos en una agrupación de vehículos clásicos, o incluso circulando por la carretera.
El descapotable Panther 6
Nos vamos a los años setenta, más específicamente a Reino Unido, donde encontramos un descapotable fuera de serie: el Panther 6. ¿Qué tenía de especial? Un eje delantero con cuatro ruedas y otras dos en la parte trasera. Es el primero de nuestros coches con seis ruedas, exactamente como en el F1 Tyrrell P34.
Su diseñador, Robert Jankel, había llevado esta loca idea muy lejos: bajo el capó se escondía un motor Cadillac V8 de 8,2 litros alimentado por dos turbos. Esto generaba 600 caballos de fuerza, que daban una velocidad máxima de 320 km/h. Jankel admitió que era una idea completamente teórica, no estaba pensada para la práctica. A pesar de todo, fue revelado en 1977 y se produjeron dos copias que siguen existiendo en la actualidad.
El Renault 5 de seis ruedas
Otro de los coches de seis ruedas, este más modesto, es el Renault 5 de Christian de Léotard. Tenía dos ejes traseros y dos motores. Este R5 es un 6×6. Extendido y elevado, puede llevar 2,4 m3 de carga, dentro de un límite de 700 kg. Su diseñador lo pensó para la policía, los bomberos, servicios de urgencias y otros servicios de administración del estado, pero no cuajó. La culpa pudo ser del precio, duplicado frente al de un R5 Alpine. Se cree que todavía quedan algunos.
De Léotard colaboró en el diseño de este modelo con Tissier, una empresa de carrocerías estaba inmersa en proyectos de este estilo.
Los modelos Citroën
Tissier se dio a conocer estirando a su antojo el Citroën DS, el primero de los cuales se comercializó en 1973. Equipado también con seis ruedas y dos ejes traseros no motorizados, conservaba toda su suspensión hidroneumática. Iba equipado con una enorme plataforma trasera, lo que lo hacía casi insensible a la carga. De este modelo se deriva una furgoneta, muy adecuada para entregas rápidas en largas distancias.
Posteriormente, en 1977, se aplicó el mismo proceso al Citröen CX, del que se utilizaron varios ejemplares alargados para repartir por la nochebuena parte de la prensa francesa. Estos coches de seis ruedas, se utilizaron como coche de viaje, autocaravana, ambulancia… Incluso había versiones de ocho ruedas.
Este Citröen CX de 1982 fue vendido a un particular en 2019 por 9.536 €.
El proceso de doblar el eje trasero también se aplicó al mítico Citroën C15 en los años ochenta. Producido por el fabricante de carrocerías industriales Chausson (que ya no existe), el C15.6 fue diseñado por Christian De Léotard. Con sus 4,84 metros de largo, este utilitario tenía capacidad para aguantar 4,2 m3 de carga, dentro de un límite de una tonelada.
¿Sus ventajas? Es bajo, por lo que no aumentaba demasiado su consumo ni perdía excesiva velocidad punta, y frenaba mejor que el modelo original. Se produjeron cien modelos que fueron utilizados en furgonetas, grúas y otros vehículos utilitarios.
Un Range Rover diferente
Volvemos a Inglaterra, donde el muy exclusivo fabricante de carrocerías Wood & Pickett desarrolló una versión de coche de seis ruedas del icónico Range Rover. Con 45 centímetros más, este modelo ampliado combina gran lujo y confort (el interior puede transformarse al estilo del Rolls, tapizado en piel y decorado con madera) y volumen útil. De hecho, las ruedas adicionales no son motrices en un principio, se les puede dar motricidad con una opción extra. Estamos frente a un extravagante 6×6 que combina aptitudes de un todoterreno y el lujo de un Rolls-Royce.
Kits para montar en casa: el Hustler
El inglés William Towns, un diseñador muy prolífico (trabajó en Rootes, Rover y Aston Martin, donde diseñó el futurista Lagonda), decidió en la década de los setenta actualizar el Mini Moke. El resultado fueron una serie de carrocerías ultramodernas, todas en ángulo y equipadas con enormes ventanales.
Esto se materializó con el Hustler, presentado en 1978, un kit car (para montar en casa) disponible en dos versiones. El Hustler 4, de cuatro ruedas, y el Hustler 6, de seis. William Towns vendió los kits en su casa y se dice que produjo unos cientos. Posteriormente, Interstyl se hizo cargo de la producción.
El todoterreno de Mercedes
Más recientemente, en 2013, Mercedes-Benz AMG desarrolló una versión 6×6 de su todoterreno Clase G. Con una longitud de 5,87 metros, este navío de arena (ya estaba destinado a los mercados del Golfo) pesa 3,85 toneladas y tira con un V8 biturbo de 5,5 litros que genera 544 CV (760 Nm de par).
Se han fabricado más de cien unidades hasta 2015 e incluso se puede ver uno en la película Jurassic World.
Y con diez ruedas… el mil patas
Todos los vehículos que hemos mencionado, por muy extravagantes que sean, fueron homologados para la carretera y han sido comercializados. Pero hay un último muy famoso, un prototipo desarrollado por Michelin que solo se utilizó en su circuito de Ladoux: la DS “Mille Pattes” (mil patas). Su objetivo: pruebas exhaustivas y seguras de neumáticos para camiones.
Entre 1970 y 1972 se trabajó en este enorme DS equipado con nada menos que ¡diez ruedas! Llevaba dos Chevrolet V8 de 5,7 l de unos 200 caballos para alcanzar 180 km/h, mientras que a bordo trasladaba ingenieros que tomaban medidas y realizaban análisis. La máquina todavía existe, en el museo Michelin.